Microverduras: alimentos para un estilo de vida sano

Las microgreens o microverduras se han vuelto una de las opciones más consideradas por la comunidad científica y la industria alimentaria, para avanzar hacia un estilo de vida más sana con el consumo de estos alimentos saludables y más asequibles.

Así lo refiere una publicación del medio de comunicación australiano, The Conversation, donde reseñan el artículo denominado “Qué son las microverduras y por qué es recomendable incluirlas en nuestro menú”.

El texto, explica que estas pequeñas, pero suculentas y muy saludables microverduras se cultivan con plantas como las hortalizas o cereales, y tienen esa denominación porque la cosecha se recoge entre los días 7 y 21, luego de la germinación de la semilla.

Estas microverduras miden entre 3 a 10 centímetros, tienen una porción de tallo, las hojas embrionarias o cotiledones, y lo que los científicos llaman las verdaderas primeras hojas de la planta.

Ellas, en el espacio agronómico, crecen en un período muy corto y requieren menos mantenimiento que los cultivos tradicionales, esto se debe a que necesidades de iluminación y el substrato de crecimiento como el suelo, fibra de coco, medio hidropónico, son flexibles permitiendo que se cultiven en diferentes territorios.

Nutrientes que suman

The Conversation precisa que las microverduras, son usadas en la gastronomía por ser deliciosas y con un gran aporte de sabores, texturas, aromas y colores; además de tener muchos nutrientes, por lo que son considerados como vegetales funcionales, ya que su consumo se asocia con mejor estado de salud para quienes las consumen en su dieta diaria.

“Las microverduras no solo están cargadas de micronutrientes como hierro, zinc, potasio, calcio, manganeso y selenio, sino que además contienen moléculas con capacidad bioactiva (fitoquímicos), es decir, con efectos beneficiosos en la salud del consumidor. Los fitoquímicos más abundantes en estos alimentos son el ácido ascórbico, las filoquinonas, el α-tocoferol, el β-caroteno, antioxidantes de tipo fenólico, carotenoides, antocianinas y glucosinolatos”, explica el texto científico.

La diferencia con las plantas adultas, es que estos compuestos están presentes en mayor cantidad en las microverduras, y dejan como ejemplo la lombarda o como se conoce en Venezuela, el repollo o col morado, que en su versión micro presenta 260 veces más betacaroteno y 6 veces más ácido ascórbico que la planta madura.

También, estas microverduras tienen antioxidantes fenólicos que se relacionan con un mejor metabolismo y previenen el desencadenamiento de reacciones de oxidación a partir de radicales libres y reducen la inflamación.

“En este aspecto, el brócoli parece ser el ganador, ya que multiplica por 10 la cantidad de antioxidantes fenólicos presentes en otras verduras”, agrega la publicación.

Otro gran aporte de las microverduras se evidencia en el ambiente, pues estos pequeños vegetales con su corto período de crecimiento y la flexibilidad para cultivarse con menores cantidades de agua, a diferencia de las plantas maduras, no necesitan fertilizantes, pesticidas o grandes medios de transporte para ser distribuidos.

“En cuanto a las condiciones de iluminación, se ha observado que la cantidad de algunos metabolitos secundarios (como los compuestos bioactivos mencionados anteriormente) varía en función del tipo de luz. De hecho, un estudio observó que periodos cortos de exposición a luz azul derivan en un mayor contenido en carotenoides, glucosinolatos y minerales en los ‘microbrócolis’”, reseñó The Conversation.

Sus beneficios en la salud son ideales para las personas con deficiencias nutricionales y alteraciones metabólicas, incluso son perfectas en personas que sufren obesidad, problemas cardiovasculares o diabetes.

En ese sentido, el medio australiano informó que diversos organismos internacionales recomiendan el consumo de cinco raciones de fruta y verdura al día por su relación con una menor tasa de mortalidad.

Con información de The Conversation-Imagen Cortesía.